miércoles, 23 de abril de 2008

Ais...esta vida...

Ayer leí una noticia en la pagina de "El Pais" que, la verdad, me llamó bastante la atención.
Trata sobre una nueva modalidad de alquiler, el alquiler sexual.
Básicamente, consiste en pagar el alquiler de la casa con favores sexuales en vez de dinero.

Os dejo el artículo:

Un hombre y una mujer entran en una cafetería. Se miran, se dan dos besos. Se presentan. Son dos desconocidos pero apenas la camarera les pone el café en la mesa comienzan a hablar de sexo.

Él, Pablo, tiene 24 años y ha colocado un anuncio en Internet: "Alquilo habitación a cambio de prestaciones sexuales". Ella tiene 25 y no se llama Sara, pero se hace pasar por ella para conocer la letra pequeña de esta oferta. Es una práctica que ya ha sido detectada en Francia, Italia y EE UU. También aquí en España los portales están repletos de anuncios como éste, aunque la policía nacional no tiene ningún expediente abierto sobre casos similares. "La prostitución en España no está penada, y siempre que ambas partes estén de acuerdo esta práctica no constituye delito", afirma un portavoz de la policía.

Sara ha encontrado la propuesta en el portal www.campusanuncios.com, pero invitaciones de este tipo se encuentran en la mayoría de portales inmobiliarios de la red: loquo.com, habitamos.com, Portal Trovit...

"Hola", escribió Sara a los remitentes de estos anuncios, "estoy buscando piso y me gustaría enterarme de cómo funciona esto. ¿Vives solo? ¿Cuántos años tienes? ¿Sería totalmente gratis?".

Tkd24, madrileño, contesta: "Estoy yo solo y sí, es totalmente gratis, incluso los gastos están incluidos. A cambio tendrías que mantener sexo conmigo (no todos los días, no te preocupes), sabremos encontrar el punto justo". El sevillano Luis, otro de los ofertantes, es más exigente. Pide algunas referencias antes de entrar en detalles: "Está por La Macarena, zona centro. No tendrías que pagar nada, solamente lo que pido a cambio es sexo. Tengo 30 años y estoy trabajando, pero antes me gustaría que me enviaras unas fotografías tuyas, ya que he recibido algunos e-mails más y tengo que elegir a una de vosotras". Y Antonio, de Barcelona, contestaba: "El intercambio suele ser por sexo, exhibicionismo, tocamientos, caricias, lo que se pacte. Yo soy una persona respetuosa y me atendré a lo que hayamos pactado". El correo de Sara se llena en pocos días de las explicaciones que requiere. Pablo es uno de los tres chicos que le envían su teléfono al primer contacto. Ofrece una habitación en el barrio madrileño de Ventas y por un módico precio sexual promete cama y comida. Fruto de una llamada y en menos de 24 horas se encuentran frente a frente, en una cafetería, hablando de sexo... y convivencia.

Él es grande, sonriente y, por valorar su aspecto físico, tiene unos kilos de más. Pero no es la gordura lo que sorprende a Sara, sino su apariencia normal. En el imaginario colectivo de los prejuicios, su aspecto exterior no desvela nada. Podría ser un chico de barrio cualquiera. Su actitud es educada y parece comprensivo con las dudas que muestra su posible inquilina.

"Reconozco que no es una cosa muy normal", afirma Pedro, "yo empecé con esto como una broma pero me escribieron bastantes chicas". Por eso, este encuentro, de ir bien, supondría su segunda experiencia. Con la anterior inquilina, una francesa que vino dos semanas, "todo fue bastante natural". De hecho, "sigo en contacto con ella", comenta. "Esto no es una violación", la tranquiliza. "Cuando a ti te apetezca y a mí me apetezca".

"¿Y qué piensan tus compañeros de piso?". Pablo vive con dos chicos y una chica y dice que ellos no lo saben. "Tú vendrías como una amiga, yo no voy diciendo por ahí que hago esto"
(http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Alquilo/habitacion/sexo/elpepisoc/20080422elpepisoc_7/Tes)


Me ha hecho pensar y me gustaría saber que opinais sobre ello.
Por una parte, nadie obliga a nadie a pagar de esta forma el alquiler y cada uno es libre de hacer lo que mejor le parezca con su vida y su cuerpo.
Pero por otra pienso, ¿a dónde estamos llegando?¿dónde vamos a parar?
A lo mejor a día de hoy es más o menos opcional hacer esto, pero ¿y si dentro de 10 años todo ha ido a peor y es la única manera posible de poder pagar?

Espero que mediteis bien y me comenteis lo que os parece. Y antes de precipitaros, pensad que esa persona que tiene que pagar sexualmente podría ser vuestra madre, vuestra hermana o vuestra hija.

7 comentarios:

Eneas dijo...

Bufff, este tema da para mucho y con lo tarde que es tampoco me voy a explayar.
Básicamente no me parece mal que exista. Si buscas piso y te atrae físicamente la otra persona, ¿por qué no hacerlo?
Si tienes una habitación libre y andas necesitado de sexo, y no tienes prejuicio en usar este sistema, ¿por qué no hacerlo?
Dudo que haya gente que acepte el piso si te repulsa la otra persona, que si se diese el caso si que podría considerarse prostitución, cosa que tampoco veo mal.

Ziryab dijo...

Vamos, que estás deseando alquilar pisos no?

Ziryab dijo...

ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!ZAS, EN TODA LA BOCA!!!!

Eneas dijo...

Dios, te ha dao fuerte.

Ziryab dijo...

No me llames por mi nombre de pila, llamame Adolfo ;)

Eneas dijo...

Aquí nadie opina nada o q???

Unknown dijo...

¿¿Habeis leído lo que pone debajo del artículo: las palabras del psicosociólogo Erik Pescador?? Estoy de acuerdo en la explicación que da."Tiene que ver con la soledad..cada día la gente tiene menos capacidad para relacionarse cara a cara y muchos recurren a estos métodos.." Y luego también esta práctica se da en países donde existe una crisis inmobiliaria(entre ellos España)que no quita para que se dé en otros donde no haya problemas de este tipo pero vamos me parece un poco triste porque para tener sexo no hace falta recurrir a estos sistemas.. ¿a dónde vamos a llegar?