domingo, 6 de julio de 2008

Horas desvariadas

He estado pensando que aver cuando me pudieras pagar la deuda de la apuesta esa que hicimos y perdiste. Esa de que decías que no eras hermafrodita.... ¡No hombre!, para esa no hay que apostar nada, que es jugar sobre seguro. Sobre la apuesta esa que hicimos aquel lejano día en la que tus ojos reflejaban otra cosa. Aquella mirada cómplice y enamorada que ya nunca veo.
Pero es que no quiero llegar a la puerta de tu casa y encontrarme un aviso tipo:



La verdad que pobre Gallardón.
Al final nos harás pensar (a Gallardón y a mí) que las deudas con sangre se debieran pagar. Porque, como todos bien sabemos, ¡¡¡esto es Esparta!!!




No nos faltan razones para pensarlo, teniendo en cuenta que la violencia es lo que nos ha hecho evolucionar desde el principio de los tiempos.




En fin, que espero que pages lo que me debes y no me hagas poner más posts para recordartelo. Además, que tengo el disfraz de Piolín para seguirte allá donde vayas (si es a Bolognia mejor;) ) y que todo el mundo sepa lo moroso que eres.

Y por cierto, señor Zyriab, que dice esta joven que te conoce:


viernes, 4 de julio de 2008

Cómo confundir a un idiota

Lección 1:






Lección 2:

Cómo confundir a un idiota, la guía: (aquí)